La exburgomaestre de Lima, Susana Villarán, viene llevando una vida tranquila en su casa de la playa Arica, en Lurín. Sin embargo, poco se recuerda el caso que se le sigue a la exalcaldesa, la cual muestra signos de estar bien de salud, en una vida sosegada y hasta envidiable.
Vale remarcar que el Ministerio Público alerta un "peligro de fuga" contra Villarán de la Puente, por su reiterada inasistencia al registro biométrico, al cual está obligada a cumplir en su calidad de procesada. No obstante, justifica que no se presenta por temas de hipertensión.
Vale remarcar que Susana Villarán afronta otro proceso penal por recibir aportes de las empresas constructoras Odebrecht, OAS y Graña y Montero para financiar la campaña por el 'No a la revocatoria', así como para su campaña de reelección municipal en 2014, por lo cual es acusado por el delito de colusión agravada en agravio del Estado.
Precisamente, 'OAS' facturó más de 1, 500 millones de soles en nuestro país y sobornó, junto a Odebrecht, con 11 millones de dólares a Susana Villarán, donde se habría dejado sin pago a proveedores peruanos.
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Este es el caso de Hernán Zapata, gerente de la empresa VALZAP, la cual proveía de alquiler, mantenimiento y recepción excedente de obra a la empresa brasilera desde el año 2012. Menciona que, cuando el escándalo Lava Jato estalló, decidió presentar una carta accediendo a hacer un descuento de 40% de la deuda correspondiente a Línea Amarilla.
Sin embargo, la empresa brasileña se borró del mapa de un momento a otro, dejando con deudas y problemas al empresario que todavía guarda restos de la Línea Amarilla.
Parte de esta impunidad a favor de Villarán proviene del equipo especial Lava Jato de la Fiscalía, liderado por Rafael Vela Barba, quien lejos de defender al Estado, parece descuidar de este caso en particular.