El gobernador de Florida, Ron DeSantis, señaló este jueves que envió inmigrantes indocumentados por avión a Massachusetts, debido a que, dijo, el Gobierno de Joe Biden “no mueve un dedo” para hacer segura la frontera de Estados Unidos con México.
“Florida no es un estado santuario”, expresó DeSantis en una rueda de prensa en Niceville (al noroeste de Florida), un día después de que, por decisión suya, dos aviones dejaran en Martha’s Vineyard, una isla frente a la costa de Massachusetts, a medio centenar de indocumentados, la mayoría venezolanos.
En respuesta a las críticas por esta medida, el gobernador republicano manifestó que algunos políticos han decidido aplicar medidas “innovadoras” para proteger a EEUU de las políticas de “fronteras abiertas” de Biden.
Ron DeSantis subrayó que hay estados como Massachusetts, Nueva York y California que van a dar “mejor cuidado de estas personas”.
También alertó que la llegada de inmigrantes indocumentados a Florida, donde los impuestos son más bajos que otros estados, “grava los servicios sociales”.
Los inmigrantes enviados desde Texas llegaron por sorpresa ayer al aeropuerto de la isla Martha’s Vineyard en dos aviones “chárter” y fueron alojados en principio en una iglesia protestante.
Un grupo de legisladores demócratas acusaron al gobernador de Florida de hacer un “juego político” con la vida de cientos de migrantes.
“Hay un grupo de políticos que están bajo la bandera del odio y que están haciendo un juego político con la vida de las personas que buscan oportunidades”, dijo el representante por el estado de California, Raúl Ruiz.
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