Una mujer, identificada como Angélica La Rosa, murió tras realizarse una cirugía estética de lipotransferencia en una clínica clandestina ubicada en el distrito de Lince.
La víctima, quien deja a dos niños en la orfandad, falleció en la misma camilla donde descansaba luego de la operación, según denunciaron sus familiares.
El presunto responsable, el médico general Federico Salazar Navarro, habría realizado el procedimiento sin contar con la especialidad requerida para este tipo de cirugía.
Mario Montalván, hijo de la víctima, contó que el establecimiento funcionaba en una casa común con ventanas de vidrio. Además, no tenía señalización oficial que lo identificara como clínica.
"El consultorio es una casa con ventana de vidrios, no tiene ni un logo de una empresa, ni una marca registrada que diga que es una clínica. (…) Buscamos en el Colegio Médico del Perú y ese tipo es un médico general, no tiene la especialidad para hacer ese tipo de cirugías", dijo el familiar a 'América Noticias'.
TAMBIÉN PUEDES VER | Huancayo: empresaria muere después de someterse a una liposucción
DETIENEN AL MÉDICO
Tras el incidente, la Policía Nacional del Perú (PNP) detuvo al médico y lo trasladó a la comisaría del sector. Luego, fue derivado a la Dirincri. Los agentes de Homicidios están evaluando si hubo o no negligencia médica.
La familia narra que el médico no supo cómo manejar las complicaciones postoperatorias de la víctima debido a la falta de equipos.
Asimismo, cuando las autoridades intentaron recabar más información en la clínica clandestina, descubrieron que el lugar había sido abandonado y la puerta principal se encontraba abierta.