Zeljko Badzo, de 63 años de edad, fue al inicio de la guerra de Croacia (1991-1995) comandante de una unidad policial especial de rebeldes serbios en la localidad de Obrovac, cerca de la costa adriática.
A él se le acusa de haber matado al abuelo del reconocido futbolista Luka Modric, de entonces 61 años, en la localidad Zaton Obrovacki, mientras atendía su rebaño de cabras.
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La unidad encabezada por Badzo habría asesinado, además, otros seis civiles mayores de edad en la cercana localidad de Meki Doci.
Trascendió que este tipo de acciones eran parte de las limpiezas étnicas contra croatas en dichos territorios, que los serbios locales querían incluir en su rebelde "República Serbia de Krajina".
De acuerdo con un diario croata, el proceso judicial contra Badzo fue iniciado en 2020, al solicitar la Justicia de Croacia que fuera interrogado en Australia, donde vivía en ese momento; sin embargo, hasta ahora no ha sido localizado.
SU ABUELO, LA FIGURA MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA
Luka Modric, ganador del Balón de Oro en 2018, reveló en su autobiografía que su abuelo fue la persona más importante de su infancia y que su muerte se trata de un episodio que jamás ha comprendido.