El Ejército declaró esta semana que los documentos 'secretos' publicados por ContraCorriente, que dan cuenta de seguimiento a periodistas, son completamente falsos.
La respuesta del Ejército plantea interrogantes obvios: ¿si los documentos eran falsos, por qué nos advirtieron en que si publicamos nos iban a denunciar?, ¿por qué el ministerio de defensa no respaldo al ejército en su comunicado?
La respuesta de la Comisión de Defensa e Inteligencia del Congreso no se hizo esperar, después que se mostrara los documentos clasificados y el testimonio de un exagente de la inteligencia militar
La presidenta de la Comisión de Defensa, Patricia Chirinos, comentó al respecto: “Nunca he visto un comunicado del Ejército admitiendo algún tipo de informe de inteligencia. Creo que ningún peruano ha visto eso jamás. Era obvio que iban a decir que esos informes son falsos. Nosotros, como político y población en general, no tenemos acceso a este tipo de documentación. No sabemos exactamente cómo es que se redactan, cuáles son las siglas, como es el formato. Entonces queda la duda y además queda la duda al ver la respuesta o la falta de respuesta del Ministro de Defensa. Chávez Cresta, porque no nos ha respondido”.
Por su lado, el presidente de la Comisión de Inteligencia, José Cueto, dijo lo siguiente: “He visto que hay una persona obviamente no identificada que da cuenta de algunas irregularidades en ese sentido. Me parece a mí que ahí hay un problema interno que lo estoy investigando dentro de la Comisión. Más de ti no te puedo dar cuentas, solo de que el día lunes que tengo nuevamente sesión de la Comisión ha sido citado del Jefe para que informe con documentación de esto, de esta supuesta, de este supuesto seguimiento que por supuesto ellos y el mismo ejército han negado”.
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Según la legislación vigente, la única que pueden fiscalizar a la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército (DIE) es la Comisión de Inteligencia del Congreso. De sus integrantes depende que esta denuncia sea investigada y no encarpetada, como tantas otras.
En la comunidad de inteligencia, la negación total es a menudo la primera línea de defensa. En notas de información, con el rótulo de “secreto” y “codificado”, dan cuentan de dos opinólogos. Uno de ellos ha denunciado presuntas acciones ilegales llevadas a cabo por oficiales del ejército, mientras que el otro ha divulgado detalles sobre actividades de carácter “altamente reservado”.
El Ministerio de Defensa, en lugar de respaldar el comunicado del Ejército, ha pedido a los organismos de control que investiguen esta denuncia, enfatizando su compromiso con la imparcialidad en este asunto.
