El jefe del Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), Javier Llaque, asegura que la institución que preside está luchando eficientemente para eliminar las extorsiones lideradas desde el interior de los penales y que incluso han amenazado al propio personal.
"Jamás una autoridad se someterá a la delincuencia. Ocurrió en el penal de Lurigancho, han amenazado al director, hemos actuado, los involucrados ya no están en el penal. Si otro director nos alerta, actuaremos de inmediato", dijo a los medios.
Llaque asegura que ya se han identificado a los reos que habrían logrado vulnerar la seguridad de las cárceles para seguir delinquiendo.
Asimismo, informó que 200 trabajadores penintenciarios han sido suspendidos en lo que va del año por haber facilitado teléfonos y otros equipos a los internos; además de negar su vinculación a estas mafias.
Sobre el proyecto legislativo del terrorismo urbano, mencionó que el INPE no cuestiona las leyes, aunque estas impliquen una carga para la institución.
En ese sentido, dijo que este año serán inaugurados dos nuevos penales en Abancay y Arequipa. De igual manera, anunció que recibió la donación de un terreno, ubicado a 5 m.s.n.m. para la creación de un nuevo penal de máxima seguridad, que supere la capacidad de Challapalca, albergando a 2 mil reos de alta peligrosidad.
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