Edinson Sánchez, nutricionista clínico del Hospital Nacional Alberto Sabogal, advierte que la ansiedad, depresión y estrés viene produciendo la ingesta de alimentos no saludables.
Ante situaciones estresantes, puede presentarse desinterés o falta de apetito, también puede ocurrir lo contrario: la compulsividad. Esto puede llevarnos a alterar los patrones de conducta alimentaria y afectar la calidad de la alimentación.
El nutricionista clínico nos recuerda que los altos niveles de estrés o ansiedad, pueden ser enfrentados de mejor manera mediante una alimentación balanceada.
En ese sentido, enumera siete recomendaciones básicas para fortalecer nuestro sistema inmunológico:
-Evitar el exceso de azúcar
-Incluir proteínas
-Evitar las frituras y consumir grasas saludables
-Consumir fibra, genera saciedad
-No descuidar tu aporte de vitaminas
-Mantener hidratación
-Ejercitarse