Esta semana, Corea del Norte advirtió que logró poner en órbita un satélite espía militar, luego de dos fracasos anteriores.
Se difundió una serie de imágenes sobre un cohete que lo transportaba el 'Malligyong-1', desde la provincia de Pyongan del Norte. En ellas, se ve al líder norcoreano Kim Jong-un prestando atención la misión, al lado de operarios norcoreanos.
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Al respecto, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el lanzamiento de la dictadura norcoreana.
Estados Unidos ha indicado que se trata de una "violación descarada" de las sanciones de la ONU, la cual podría desestabilizar la región.
Por su lado, Corea del Sur ha respondido suspendiendo, parcialmente, un acuerdo militar de 2018, vinculado con reducir las tensiones militares en la península coreana.
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"A pesar de la advertencia de nuestros militares, Corea del Norte siguió adelante con el lanzamiento del satélite espía militar. El denominado lanzamiento de un satélite espía militar por parte de Corea del Norte es una clara violación de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíbe a Corea del Norte disparar misiles balísticos y es una provocación que amenaza nuestra seguridad nacional", declara Heo Tae-keun, viceministro de Defensa Nacional de Corea del Sur.
