La vida no es fácil para muchas personas. Los golpes y sufrimientos te hacen fuerte o te mandan al sótano. Y Cecilio Waterman es de los que pasaron más de un problema desde niño, pues fue abandonado por su madre junto a sus diez hermanos. A veces no tenía para comer, lo que lo obligaba a robar, y solo recibió el apoyo de su padre, quien le compró sus primeros chimpunes.
“Mi mamá me abandonó cuando era chico. La busqué por muchos años y hace dos o tres recién la conocí, pero no volvimos a hablar”, dijo el delantero de Alianza Lima en una entrevista con el diario La Tercera de Chile.
Luego agregó: “Tengo 10 hermanos y siempre recuerdo que mi papá nos mandaba a la escuela solamente con plata para el pasaje. Cuando comenzaba al recreo, solo quedaba mirar a mis compañeros como comían. Nunca hay que olvidar de donde uno viene. En la vida hay que crecer y seguir siempre adelante, ¿qué sacamos con desanimarnos y tirar todo?".
Los recuerdos vuelven a la mente en el volante panameño. "En primaria vendían una masa de harina con salchicha que ponían en el mostrador y, cuando tenía hambre, la tomaba prestada o robaba por decirlo así. Me faltaban zapatos para jugar y mi padre siempre me los consiguió”.