Esta semana, el brutal asesinato de Sheyla Cóndor, una joven de 26 años de edad, ha conmocionado al Perú. La mujer fue víctima de feminicidio el 13 de noviembre de 2024 en el Condominio Las Praderas, en Comas, Lima. Antes de su muerte, ella había sido contactada por Darwin Condori, un efectivo policial que tenía antecedentes por violación sexual, pero que aún ejercía labores con el uniforme de la PNP.
La joven y el suboficial iniciaron conversaciones por medio de redes sociales el 11 de noviembre. El 13 del mismo mes, luego de asistir al velorio de su tío, Sheyla se dirigió al departamento de Darwin, donde se encontraría con él. Las cámaras de seguridad registraron su entrada al edificio en horas de la tarde de dicha fecha.
Más adelante, su madre, Elsa Torres, al no recibir más noticias de su hija, se dirigió hacia la comisaría para denunciar su desaparición. Inicialmente, algunos policías desestimaron la denuncia, pero tras insistir, Torres encontró lamentablemente, el 16 de noviembre, el cuerpo de su hija, amontonado en una bolsa dentro del baño del departamento en Comas.
Condori, quien estuvo vinculado al grupo Terna, se suicidó el 19 de noviembre, dejando el caso sin resolverse. El feminicidio también destapó una serie de negligencias dentro de la institución policial, ya que el sujeto tenía una denuncia previa por violación sexual, pero la institución no tomó medidas adecuadas.
Hoy, la familia de Sheyla Cóndor exige justicia ante el macabro caso. Su progenitora, en un reportaje de 'ContraCorriente', pidió que sea acompañada hasta la playa, en donde dio su último adiós.
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