Las autoridades de Brasil decidieron despenalizar el consumo de marihuana, otorgando las cantidades que la ley de drogas permite para el consumo personal. Este ha sido una lucha constante de un gran sector, que esperó nueve años para que decreten esta norma.
Los magistrados fijaron en 40 gramos de hierba (suficiente para 80 porros) o seis plantas hembra el umbral para diferenciar a un consumidor de un traficante. El nuevo criterio abre la puerta a la revisión de miles de condenas, según los jueces.
De esta manera, los brasileños se suman a una veintena larga de países como Holanda, la pionera en los setenta, Colombia, México, Italia o Alemania, que permiten el consumo. Uruguay en 2013 legalizó su uso.
La decisión de la máxima corte brasileña significa que, si una persona es detenida con menos de 40 gramos de cannabis, no será fichada, ni tendrá antecedentes, salvo que existan otros indicios, como una balanza o un listado de domicilios, que indiquen que la mercancía es para la venta.
En otro escenario, alguien que sea encontrado con más de 40 gramos de cannabis podría evitar ser sancionado por la vía penal si aporta pruebas de que únicamente es consumidor.