Los días en el penal para el conductor de televisión no le estarían sentando nada bien. Andrés Hurtado pasó de tener un trato cordial a uno 'prepotente' estando en prisión.
“Qué les pasa a estos pobres”, respondió el exconductor de televisión al ser saludado y molestado por los internos que le dijeron: “Hola, Chibolín, ¿cómo estás, Chibolín?”.
Lo sucedido ocurrió ante el pedido del artista para ser atendido en la clínica penitenciaria, que está a dos cuadras de su pabellón. En ese trayecto fueron las molestias que recibió por parte de sus compañeros de reclusión.
Según una fuente de Panamericana, el hoy recluido por 18 meses no quiere visitas a excepción de su asistente personal, Damaris Moreno Sánchez. De un total de 10 nombres que pueden ser anotados en el cuadro de citas, Hurtado solo llena un espacio.
Aseguró que “no se quedará mucho tiempo aquí”, por eso prefiere evitar las visitas en el penal de Lurigancho, en donde su vida estaría dando un giro de 180 grados.
Andrés Hurtado viene siendo investigado por dos despachos de la Fiscalía. Uno por lavado de activos y el otro por tráfico de influencias, este último sería el más complejo.