Alejandro Sánchez, dueño de la casa de Sarratea, negó desde la clandestinidad haber cometido delito alguno y pidió al juez Víctor Zúñiga seguir su proceso bajo comparecencia con restricciones o mediante el pago de una caución económica.
“Por qué pedir tres años de prisión preventiva en mi contra para averiguar tres cosas”, dijo el empresario en el cierre de la audiencia donde se evaluó su pedido de prisión preventiva por el caso denominado “Gabinete en la sombra”.
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Sánchez Sánchez cuestionó que el Ministerio Público se haya basado en recortes periodísticos y en declaraciones de aspirantes a colaboradores eficaces.
“He podido ver que los señores fiscales se basan en dos fuentes de información: recortes periodísticos y las versiones de aspirantes a colaboradores, recortes de medios de comunicación politizados, versiones de los aspirantes a colaboradores sin ningún sustento”, manifestó.
Bajo esa línea, el amigo del presidente Pedro Castillo indicó que no conoce a los colaboradores eficaces. “Solamente recuerdo haberme cruzado y hablado con Bruno Pacheco, y no conozco a los demás colaboradores. No conozco a los demás colaboradores. En su momento estos aspirantes han dicho que no me conocen”, sentenció.
El dueño de la casa de Sarratea afirmó que decidió no entregarse a la Fiscalía porque no ha cometido ningún delito. “Es natural autoprotegernos. He sido obligado a permanecer escondido por esta persecución sin causa ni razón”, acotó.
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