Desde el 11 de septiembre de 2024, la ciudadanía continúa despidiéndose de Alberto Fujimori, el expresidente que dejó una huella indeleble en la historia del Perú. El exmandatario perdió la vida tras cumplir los 86 años de edad el mismo día que murió el genocida Abimael Guzmán, una polémica coincidencia que ha desatado diversas interpretaciones.
El anuncio de su deceso fue precedido por momentos de incertidumbre y esperanza entre sus fieles seguidores. Horas antes, se informaba sobre el deterioro crítico de su salud, que fue agravado por complicaciones respiratorias y la expansión de su enfermedad al pulmón.
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El velorio, que comenzó en la calle Holbein dentro del distrito limeño de San Borja, culminó en el Museo de la Nación, donde se le rindieron honores de Estado. En la extensa ceremonia, la mandataria Dina Boluarte y líderes políticos de diversas corrientes acudieron para expresar sus condolencias.
Kenji Fujimori, visiblemente afectado, relató momentos con su padre, con emotivas palabras, agradeciendo el indulto que le permitió salir del penal de Barbadillo (Ate). Keiko Fujimori, por su parte, también rindió homenaje a su progenitor, destacando el amor familiar y el legado político que deja en el terreno nacional.
El funeral registró una enorme mezcla de tristeza y gratitud, con la presencia de numerosos simpatizantes y figuras políticas.
