Lo que se vivió este sábado 4 de noviembre en el estadio Maracaná, es lo que exige una final de Copa Libertadores. Fluminense venció 2-1 a Boca Juniors y conquistó su primer trofeo internacional. Lo hizo luchando, con emoción y suspenso. Es lo que pide un torneo de este nivel.
Ambos equipos pelearon, pero dentro del campo, no como los malos hinchas que fomentaron la violencia en la previa de este partido. Esfumaron todo lo malo de la trifulca para darle paso a la fiesta del fútbol.
A los 35' del primer tiempo, en una gran jugada por la banda derecha, Keno centró para Germán Cano, quien se anticipó a la defensa y remató de forma certera, pese a la barrida de Luis Advíncula, para abrir el marcador a favor del cuadro brasileño, desatando una gran algarabía.
En el segundo tiempo, Boca mejoró, se mostró más agresivo en el juego. Ello llevó, que a los 72 realizó un estupendo disparo desde fuera del área, que venció al guardameta Fabio. El tanto del lateral derecho no solo fue gritado en Río de Janeiro y Buenos Aires, sino también en nuestro país.
Faltando dos minutos para el final, Miguel Merentiel remató desde fuera del área y el balón no ingresó por escasos centímetros. Los 90' terminó igualado 1-1, lo que generó que se juegue dos tiempos suplementarios de 30'.
En el tiempo extra, Keno volvió a habilitar, esta vez a John Kennedy, quien con un gran remate puso el 2-1. El autor del gol celebró eufóricamente con su hinchada y eso le costó su segunda tarjeta amarilla, generando que lo expulsen.
Sin embargo, el elenco 'Xeneize' también se quedó con 10 hombres, debido a que Frank Fabra golpeó a Nino y también vio la roja. En el complemento, Boca fue con todo, pero no pudo anotar, mientras que Guga estuvo cerca de liquidar la contienda a los 114', pero el palo se lo negó.