El expresidente de Brasil Fernando Collor de Mello fue condenado el último miércoles a 8 años y 10 meses de prisión por corrupción.
Los magistrados de la Corte Suprema determinaron que el exmandatario, quien ejerció entre 1990 y 1992, recibió 20 millones de reales (USD 4 millones al cambio actual) -mientras era senador- para viabilizar irregularmente contratos” entre una constructora y una ex filial de Petrobras, BR Distribuidora, y favorecer al empresario Joao Lyra.
La ratificación de la decisión del Supremo Tribunal de Justicia (STJ) se realizó con 8 votos a favor y 2 en contra.
Ello, a pesar de que el relator y ministro Edson Fachin pidió 33 años de prisión por haber aprovechado su cargo de senador para influenciar designaciones que terminaron en licitaciones.
El acto de corrupción se realizó a través de más de 40 depósitos en 65 cuentas a nombre de empresas propiedad de Collor. Sin embargo, el exfuncionario de 73 años reiteró su inocencia y rechazó las acusaciones en su contra.
No se descarta que, en los próximos días, su defensa presente una solicitud de prisión domiciliaria, ya que la Constitución de Brasil otorga este tipo de beneficios penales a los imputados mayores de 70 años.