Durante un proceso de restauración, una simple goma de borrar y agua caliente han revelado que el Cristo negro de Lepanto, la imagen más venerada de la catedral de Barcelona (España), no era de ese color, sino blanco, ya que presentaba suciedad acumulada.
Tras ser limpiado totalmente, la figura de Jesús perdió su característico color negro, el cual había adquirido por la suciedad, hollín y humo que sale de las velas de la catedral.
La conservadora de la Catedral de Barcelona, Ana Ordoñez, explicó que la capa oscura ha podido retirarse con facilidad, únicamente con el uso de una goma de borrar y agua destilada caliente.
Además, destacó que, cuando comenzaron a limpiar el Cristo, se dieron cuenta de que “la policromía estaba completa y muy bien conservada”.
Vale anotar que, para llevar a cabo la restauración del Cristo de Lepanto, se hicieron unos estudios previos que incluyeron la toma de radiografías y muestras.