Las juergas barranquinas eran casi una marca registrada en nuestro país. Las discotecas, las calles vacías y sus emblemáticos restaurantes apenas sobreviven, debido a la pandemia del coronavirus. Hoy, en el emblemático distrito limeño, resalta la soledad y el silencio.
Conozca más de este tema en el siguiente reportaje de Crónicas de Impacto (minuto 0:50).
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