El jefe del Instituto Nacional Penitenciario, Omar Méndez, se ha lavado las manos olímpicamente ante un indignante caso de explotación sexual que lo compromete.

‘Beto a Saber’ reveló que su propio personal no solo permitió el ingreso de los menores a un penal, sino que además habrían abusado sexualmente de las menores visitantes que eran llevadas hasta la cárcel por una mafia de proxenetas.

¿Por qué no hay ningún denunciado del INPE? ¿Desde cuándo es normal que ingresen adolescentes a los penales para satisfacer las bajas pasiones de los reclusos y personal penitenciario?

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