El dueño de la casa de Sarratea, Alejandro Sánchez Sánchez, lugar donde el presidente Pedro Castillo mantenía reuniones clandestinas, habría recibido una llamada que lo ayudó a escapar de la justicia.
De acuerdo a fuentes policiales indicadas en un reportajes de “Cuarto Poder”, el cuestionado dueño del inmueble recibió una llamada telefónica que le dio aviso del seguimiento de la Policía y su eventual detención. Esto, luego de que la investigación fiscal lo sindicara como el financista y coordinador de una presunta organización criminal liderada por el mandatario.
Según el informe, cuando los agentes acudieron a su vivienda, ubicada en Asia, junto a los fiscales a cargo del allanamiento, Alejandro Sánchez ya no se hallaba en el lugar.
Buscaron y buscaron, pero fue en vano. Solo encontraron a dos familiares: su menor hijo y su mamá, la señora Vidalina Sánchez Saldaña”, dice el informe.
El Ministerio Público también intervino la vivienda del jirón Sarratea, en Breña, donde “buscaron en las cocheras y en las habitaciones donde Pedro Castillo y sus familiares durmieron”.
“En la casa encontraron a dos hombres, una señora y su hermana llamada Tania. Buscaron en todos los ambientes, pero ya se sabía que Alejandro Sánchez no estaba ahí”, manifiesta el reportaje.
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