El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, participó este martes en un culto con evangélicos, a los que les pidió “no dejarse llevar por los cantos de sirena” del exmandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Ello, de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se realizará 30 de octubre.
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“Sus respuestas son siempre vacías. ‘Voten por mí que voy a traer la felicidad’. Ya tuvimos esa experiencia en el pasado, hagan comparaciones”, afirmó el líder derechitas ante decenas de feligreses presentes en un templo en Sao Paulo.
El dignatario brasileño, que obtuvo un 43,2% de los votos en primera vuelta del domingo pasado frente al 48,4% que consiguió Lula, inició esta segunda fase de la campaña apelando al voto evangélico, grupo que mayoritariamente lo apoya en su defensa a la vida y en rechazo al aborto.
En su discurso, el capitán retirado del Ejército volvió a hacer alusión a los casos de corrupción destapados durante los Gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), primero con Lula (2003-2010) y después con Dilma Rousseff (2011-2016).
“Ya que él (Lula) dice que el lugar de los pastores es la iglesia y el de los militares los cuarteles; yo digo que el lugar de los bandidos es la cárcel”, expresó Jair Bolsonaro entre los aplausos de los feligreses.
Bolsonaro volvió a referirse a los Gobiernos de Nicolás Maduro, en Venezuela; Alberto Fernández, en Argentina; Gustavo Petro, en Colombia, y Gabriel Boric, en Chile, para pedir que “nuestro pueblo nunca sufra los dolores del comunismo”.
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