El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, invitó a refugiarse en su país a los religiosos que sean “perseguidos” por las autoridades de Nicaragua.
Bolsonaro, que como presidente de Brasil fue el primero de los mandatarios en intervenir ante la Asamblea General de la ONU, condenó las persecuciones religiosas que existen en el mundo y citó en especial el caso de Nicaragua.
“Quiero anunciar que Brasil abre sus puertas para acoger a los sacerdotes y monjas perseguidos en Nicaragua”, aseveró el gobernante brasileño.
Durante este año, la Iglesia católica en Nicaragua ha sufrido encarcelamientos o retenciones de sacerdotes, la cancelación de ocho radioemisoras y tres canales católicos, el ingreso por la fuerza y allanamiento a una parroquia, y la expulsión de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.
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Uno de los casos que ha tenido mayor repercusión internacional es el de la detención del obispo Rolando Álvarez, un fuerte crítico contra de la dictadura de Daniel Ortega.
Al margen de Nicaragua, Jair Bolsonaro también usó su discurso en la ONU para verter críticas contra Venezuela.
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