Gustavo Costas acaba de registrar otro título en su larga y reconocida trayectorias tras coronarse campeón de la Copa Sudamericana 2024 con Racing Club en una definición de infarto ante Cruzeiro en Asunción, Paraguay.
En conferencia de prensa, el director técnico argentino aseguró que la experiencia que adquirió en los diferentes equipos que dirigió en Sudamérica le han ayudado a hacerse con este trofeo.
"Lo importante es salir campeón. En Paraguay, en Colombia, en Ecuador… qué falta de respeto tienen los argentinos. Nosotros que tuvimos a Messi y Maradona, ¿cuántos años no salimos campeón? Es una falta de respeto que hay. Debemos ser un poco más humildes y respetar al otro", sostuvo.
Después, Costas recordaría lo que fue su paso por el fútbol peruano al tomar las riendas de Alianza Lima en dos oportunidades, logrando un bicampeonato. Indicó que en Perú se topó con el factor de la altura en un campo de fútbol, cosa que lo tomó como un aprendizaje.
"Yo pienso que sí te da la experiencia. Yo, en altura, al principio perdía, cuando iba con los equipos, por ejemplo en Perú. Nunca en altura había jugado un partido y perdí un campeonato por no saber jugar en altura, y después gané cuatro seguidos en Perú. Pero, el primer campeonato lo pierdo por no saber jugar en altura, porque mandaba a presionar y se ahogaban a los dos minutos los pibes", consideró.
LLEVA CONSIGO LA FE PERUANA
El entrenador ganador de la Copa Sudamericana, Gustavo Costas, tuvo un pasado muy reconocido por Alianza Lima, donde también se consagró como campeón en las campañas 2002-2003 y 2003-2004.
Costas dejó huella en el hincha blanquiazul que hasta el día de hoy pide su regreso al club tras la salida de Mariano Soso, pero la fe del Perú también dejó una marca en el estratega argentino.
Gustavo Costas ha evidenciado ser un tipo muy creyente y apegado a la religión, pues realiza un especie de culto antes de iniciar cada partido. Se sienta en el banquillo, agarra su rosario, reza por unos segundos y termina besándo el pin que siempre lo acompaña en su pecho, el del Señor de los Milagros, el Cristo Moreno y patrón de espiritualidad católica en nuestro país.