“Vencí a la leucemia. Gracias a todos por ayudarme”, con estas palabras, Agusto R.V., de 12 años, expresó su agradecimiento al personal del área de Hematología del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja que lo ayudó en todo el proceso de esta enfermedad a la sangre que le diagnosticaron cuando tenía 4 años.
Al conocerse esta buena noticia, los médicos y las enfermeras le dieron una sorpresa al menor y entonando la canción “Color esperanza” y en medio de aplausos, tocó una campana en señal de victoria.
“Fueron ocho años de lucha indesmayable y para nosotros es un orgullo, una satisfacción y un aliciente para seguir con nuestra labor de lucha contra el cáncer infantil. Augusto, es un testimonio vivo de que la leucemia sí se cura. Ahora puedes regresar a tu hermosa tierra para incorporarte a la sociedad y seguir estudiando”, destacó la jefa del servicio de Hematología, Dra. Victoria Godoy Vila.
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Agusto, procedente de Piura, le tuvo que dar una dura batalla a la vida desde los 4 años. A esa edad, le diagnosticaron Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) de alto riesgo. En el año 2014, llegó al INSN San Borja para iniciar un tratamiento de quimioterapia durante tres años que es el tiempo que dura el esquema como principal forma de tratamiento para la leucemia.
En mayo del 2017 fue su última quimioterapia, pero continuó con sus controles durante cinco años más para descartar la reaparición de la enfermedad. Primero, cada mes, cada tres meses, cada seis meses y posteriormente cada año.
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El último martes fue su última consulta con la hematóloga pediatra, Dra. Karen Valdez Saldaña, quien con sus exámenes en mano comprobó que el menor no presenta anemia, no presenta el nivel bajo de plaquetas y no tiene defensas bajas. Lo que quiere decir que sus resultados arrojaron los índices normales. “Superó a la leucemia”, expresó con emoción.
“Estoy emocionada por mi hijo que está sanito, ahora volveremos a Piura, pero siempre vamos a volver a Lima para visitarlos. Me siento muy agradecida con todos ustedes”, dijo con la voz entrecortada, Rosa Villa Ramos, mamá de Augusto.
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