Nueve miembros de la presunta organización criminal Los Ángeles Negros, que cobraba hasta 82 mil soles por una cama UCI para pacientes graves con coronavirus (covid-19) en el hospital Guillermo Almenara, fueron detenidos esta madrugada por los supuestos delitos de tráfico de influencias, cohecho activo genérico y cohecho pasivo propio.
De acuerdo a la Fiscalía, esta banda estaría liderada por el coordinador de la Red de Salud Almenara, Pedro Pino Gonzales, y por Nery Magali Ochoa Menacho, coordinadora de Extensión y Cobertura de la Oficina de Atención de Hospitalización.
Además fueron detenidos preliminarmente por siete días Ana Cecilia Aróstegui, tesorera de la ONG Donantes de Esperanza; Iradia Vanessa Muñoz, también miembro de esta ONG; Luis Diego Moreyra (hijo de Iradia Muñoz), Miguel Ángel Agarini (esposo de Iradia Muñoz), Piero Pino (hijo de Pedro Pino), Sebastián Bazalar (hijo de Ana Aróstegui) y Vanessa Recuenco (hija de Nery Ochoa) .
El operativo de allanamiento, descerraje, registro domiciliario y detención preliminar por 7 días de todos los involucrados contó con el apoyo de la Policía Nacional.
MODUS OPERANDI
En conversación con RPP, el coronel PNP Arturo Valverde, jefe de la Dirección contra la Corrupción de la Policía Nacional, narró el modus operando de Los Ángeles Negros y explicó que la investigación contra el grupo delictivo inició a raíz de la denuncia de una persona que tuvo que pagar 82 mil soles para que su hermano acceda a una cama UCI. Tras realizar este pago, su familiar pasó del puesto 20 al 1 en la lista de esperar en el hospital Almenara.
“Se le acercan unas captadoras (al denunciante) y a través del WhatsApp tuvieron conversaciones y le solicitan para que su hermano pase del puesto 20 al puesto 1 la suma de, primero, 85 mil soles. Luego, le hacen una rebaja, por decirlo así, a 82 mil soles”, relató Valverde.
Agregó que esta persona realizó dos depósitos de dinero: uno de 35 mil soles y otro de 47 mil.
El depósito, detalló el agente policial, no se hizo directamente a la cuenta de una de las captadoras, identificada como Ana Cecilia Aróstegui, sino a uno de sus hijos: Sebastián Bazalar Aróstegui.
Este último compartió el dinero con otros presuntos integrantes de la banda criminal: Nery Ochoa Menacho y Pedro Pino Gonzales. Tal como ocurrió con Aróstegui, el dinero fue depositado a las cuentas de los respectivos hijos de ambos.