Evitar una extorsión es posible si tenemos cautela sobre la divulgación de nuestros datos personales y mantenemos discreción en la información que podría entenderse como un signo de riqueza, afirmó el Mg. Juan Portocarrero, docente de Derecho de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS).
Las llamadas telefónicas que ofrecen ayuda legal, formularios de internet que solicitan datos personales e incluso comunicaciones donde se afirma que somos ganadores de un supuesto concurso podrían ser el comienzo de un reglaje.
“Es importante guardar en reserva nuestra información personal, de tal manera que evitemos divulgar nuestros datos en redes sociales. No se recomienda responder correos enviados por remitentes desconocidos o llamadas telefónicas de actualización de datos. Si te dicen que eres el ganador de un concurso, es mejor verificar la veracidad de la comunicación”, dijo el especialista.
Advirtió que, pese al notorio incremento de las extorsiones, solo un bajo porcentaje de ellas se denuncian. Recordó que, según el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, la proporción de víctimas que reportó el delito a la autoridad en el 2014 fue de solo el 25.5%. “Peor aún, fue la tasa más alta registrada entre el 2010 y el 2016”.
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Las principales causas de la falta de denuncias son: el miedo natural de las personas, la ineficacia de las investigaciones policiales y fiscales, la “modesta” protección que se entrega a las víctimas y la falta de una adecuada administración de justicia.