Los millones de fieles en el mundo aprovechan las celebraciones de Semana Santa para reflexionar sobre la muerte y posterior resurrección de Cristo.
Durante este tiempo, los católicos cumplen ciertas tradiciones, como no comer carne en Viernes Santo.
Dicha práctica se asocia a una penitencia. Tiempo atrás, aquel día, donde murió Jesús en la cruz, se realizaba un ayuno completo, pero, con el paso de los años, se redujo solo a la prohibición del consumo de carne.
Otras comunidades cristianas señalan que no comer carne es una acción que simboliza el sacrificio de Cristo.
También algunos indican que la carne roja guarda relación con pecados, como la lujuria y la ostentación, o símbolos, como la riqueza.
Además, ciertos textos bíblicos interpretan la carne como la representación del cuerpo de Jesucristo en el día de su crucifixión.
TAMBIÉN PUEDES VER | Semana Santa: ¿por qué se recorren siete iglesias en Jueves Santo?
Sea cual sea el motivo de esta práctica, los fieles optan por consumir pescado en Viernes Santo, protagonista del milagro de la multiplicación de alimentos.