Los hechos vandálicos que ocurrieron el último jueves en la playa de Copacabana de Río de Janeiro, donde hinchas de Fluminense atacaron a los simpatizantes de Boca Juniors, poniendo en riesgo que el encuentro por la final de la Copa Libertadores se juegue este sábado 4 de noviembre en el estadio Maracaná.
Sin embargo, las autoridades de Conmebol, de la Asociación del Fútbol Argentina (AFA), también de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), además de los clubes de Boca y el 'Flu' se reunieron, donde determinaron que este trascendental partido se jugará con público, pero que se reforzará las medidas de seguridad.
“Será exactamente con público a las 5 p.m. (3 de la tarde, hora peruana) y esperamos que pueda reinar la paz que se pidió antes del partido, durante el partido y después del partido para que no traiga ningún tipo de consecuencia", sostuvo el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, en declaraciones al medio brasileño O’Globo.
Además, agregó: "El gobernador dio todas las garantías en materia de seguridad, tanto es así que muchos de los que ya estaban de vacaciones tuvieron que regresar de vacaciones para que allí se aumentara la seguridad. Justamente en este momento hay muchos policías ahí en Copacabana".
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El Embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli dio a conocer el operativo especial que realizarán para evitar desmanes durante el banderazo que llevarán a cabo los fanáticos del cuadro 'Xeneize'.
“Estamos trabajando en eso. Que en el espacio donde se haga el banderazo no tengan acceso los hinchas de Fluminense y la Policía sí garantice que es espacio no va a ser invadido. Va a ser en una zona de Copacabana, el Banderazo, estaban ahora determinándolo, en una de las puntas”, expresó en diálogo con el programa argentino 'Arriba Argentinos' que se emite por El Trece.
